Las puertas correderas empotradas son prácticas, elegantes y ahorran espacio. Son la solución óptima para facilitar el paso desde un ambiente a otro incluso para personas discapacitadas o con capacidad de movimiento reducida como los ancianos, además de ser indispensables en esos ambientes donde el espacio es reducido.
La apertura y el cierre pueden estar completamente automatizados mediante sensores o precisar de un pequeño empuje de las puertas, tirando de ellas ligeramente en la dirección del desplazamiento.
Todos los automatismos son seguros, porque están alimentados a muy baja tensión (12V) e incorporan mandos de control y seguridad sencillos.